jueves, 16 de julio de 2009

OPINION

LAS PANDILLAS

Una Pandilla comúnmente es un grupo de personas que sienten una relación cercana, o íntima e intensa entre ellos, por lo cual suelen tener una amistad o interacción cercana con ideales o filosofía común entre los miembros; hecho que les lleva a realizar actividades en grupo, que puede ir desde salir de fiesta en grupo hasta realizar actividades violentas

Las pandillas se originan y se incrementan debido a los vacíos que existen en la vida de niños y adolescentes y que no pueden ser llenados por la familia cuando esta es disfuncional y carente de toda armonía, sin la capacidad de atender a su desarrollo físico, social y emocional. A su vez, estas familias forman parte de una población abandonada por las políticas sociales y económicas estatales; algunos viven en condiciones infrahumanas, sin una familia y ningún adulto que se sienta responsable de ellos y menos aún de sus acciones.

Las siguientes situaciones pueden ser incluidas dentro de las razones por las cuales empiezan las pandillas.

Familia: Disfuncional; donde la violencia intrafamiliar está a la orden del día ó donde no existe la comunicación padres e hijos. Esto conduce a que busquen protección y cuidado fuera del hogar.

Identidad: a) Falta de autoestima. b) Pérdida de control sobre su propia vida. c) Falta de conocimiento sobre cómo manejar la presión de los amigos. d) Falta de experiencias positivas y exitosas. e) Problemas de aprendizaje y comportamiento; resultan en bajas calificaciones y disminuyen su autoestima.

Social:(especialmente si no tienen el apoyo de sus familias). La necesidad de sentir que existen y llamar la atención de los demás. Los niños de la calle, son fácilmente manipulados por pandillas organizadas, envueltas en actos de violencia.

En Octubre del 2003, en el Diario la Prensa, leí: “Grupo de jóvenes que dicen pertenecer a la pandilla Los Sangrientos en el barrio Bello Amanecer, solicitaron a la jefa interina de la Policía en Ciudad Sandino, una reunión, para plantearle que ya se han regenerado y que buscan alternativas de reinsersión en la sociedad”. En otro párrafo del mismo escrito se leía: “En Ciudad Sandino, las Iglesias evangélicas han jugado un papel importante en la atención a los pandilleros y su reinmersión”.

Frente a este reto, se hace urgente y necesaria la intervención de las Iglesias y grupos religiosos, la Policía Nacional, las Instituciones del Estado como MINED, MIFAMILIA, MINSA y la Sociedad Civil, con el fin de formular en conjunto, estrategias concretas para combatir el fenómeno de la violencia entre y hacia los niños y jóvenes de nuestro país. Promover acciones conjuntas en pro de mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes, para que puedan convivir de manera más sana en su entorno. Crear espacios para los niños y adolescentes en donde se diseñen estrategias propias en el combate a la violencia, como protagonistas y generadores de una cultura de armonía.

Una importante página del Diario de los pandilleros está sin leer, o no se ha leído con la atención que verdaderamente se merece y esa página es en la que muchos niños y adolescentes integrantes de una pandilla, nos dicen que quieren salirse de ese grupo”.

Muchos que han ingresado quieren abandonarla, porque no sabían a lo que se estaban comprometiendo cuando ingresaron, pues ignoraban los actos delictivos en que estaban cayendo. Cómo dejarla es, para muchos, una pregunta con respuesta.

Las pandillas nunca dejarán de existir; son uno de los males de una sociedad imperfecta. Hacer que afecte a menos familias, debe ser la preocupación de todos.

Si nos importa la niñez y la juventud, deberíamos tomar más seria y responsablemente este problema. ¿Es necesario poner las manos en el fuego para saber que quema?

Dra. Scarlett Lorena Guido Iglesias.

Abogada y Notaria

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